Otoemisiones
- En las próximas horas o días, bien durante el ingreso o tras el alta, se le realizará al bebé una prueba que nos ayudará a saber si oye correctamente. En cualquier caso, debe ser realizada en el primer mes de vida
- Esta prueba se denomina OTOEMISIONES ACÚSTICAS
¿Por qué se hace una prueba para la detección precoz de la hipoacusia?
- Los problemas graves de sordera son infrecuentes, pero de 3 a 5 recién nacidos de cada mil, presentan algún problema auditivo, lo que puede repercutir en su desarrollo.
- El diagnóstico y tratamiento en las fases iniciales de la vida es de vital importancia, ya que evitará problemas en el desarrollo del lenguaje, así como en la evolución emocional y social del niño/a.
¿Cómo se hace?
- Consiste en poner un emisor – receptor de sonidos adaptado al conducto auditivo externo de sus oídos, y observar la llegada del sonido al oído interno o vías auditivas. No hay que esperar ningún tipo de respuesta por parte del recién nacido (movimiento o llanto), dicha evaluación se realiza mediante un aparato electrónico.
- El resultado es inmediato, y en caso de ser negativo o dudoso (hecho muy común), hecho muy común, no hay que alarmarse, se le repetirá de nuevo en unos días. Los profesionales que le atienden le facilitarán la información adicional adecuada.
¿Qué significado tiene pasar o no pasar la prueba?
Si el niño pasa la prueba, quiere decir que la audición es normal en ese momento. Aunque la mayor parte de las sorderas permanentes infantiles ya están presentes al nacer, a veces se ponen de manifiesto más tarde. Por lo tanto pasar la prueba al nacer no garantiza que el niño no vaya a desarrollar la sordera más adelante. Los padres deben estar alerta por si aparece algún signo de que el niño no oye bien, sobre todo en los tres primeros años.
Los recién nacidos que no pasan la prueba de la detección precoz de la hipoacusia son controlados por los especialistas en otorrinolaringología, que son los que confirmarán o no el resultado. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los casos que no pasan la prueba, en realidad oyen bien. Se trata de “falsos positivos”, y solo en unos pocos se confirma después la sordera.